El documental “Billy el niño” ya está finalizado

Cuarto Poder/Iván Reguera

El documental no consiguió financiación y tuvo que salir adelante con el sistema de crowdfunding.

Max Lemcke: “Chile o Argentina han acabado juzgando a sus criminales, nosotros no”

Antonio González Pacheco, más conocido como Billy el Niño, por fin tiene su documental, ‘Billy’. Hablamos con su director, Max Lemcke

Lemcke
Una de las escenas del documental “Billy”. / BEGIN AGAIN FILMS

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Antonio González Pacheco, más conocido como Billy el Niño, por fin tiene su documental. Durante su producción llegó la pandemia y con ella la muerte, el 7 de mayo de este año, de su protagonista principal y también la muerte, el 28 de marzo, de uno de los entrevistados fundamentales: Chato Galante, preso político y activista por los derechos humanos.

Billy, estrenado en el festival de Sevilla, utiliza con inteligencia al famoso torturador para denunciar y recordar que González Pacheco no era un caso aislado, un psicópata descontrolado. Las torturas policiales en España eran sistémicas y nunca han sido reparadas. Hablamos con el director y productor de Billy, Max Lemcke, firmante de Casual Day y Cinco metros cuadrados, Mejor Película en el Festival de Málaga en 2011.

-¿Cómo surge el proyecto de hacer el documental sobre Billy el Niño?

-Al principio mi idea era hacer una ficción y tenía un guión de ficción. Me obsesionó esta idea cuando se empezaron a ver algunos reportajes, el aspecto de Billy el Niño, su cara. Corría maratones, no sé si te acuerdas.

-Claro, es un malo de película, tipo Marathon Man o La caja de música.

-Pues ahí me empezó a interesar el personaje y estuve escribiendo un guión con un dramaturgo, Antonio Rojano. Hasta nos dieron el premio al mejor guión en Madrid Crea Lab (programa que promueve el desarrollo de proyectos de largometrajes).

-Y no hubo manera de levantar el proyecto.

-Fuimos a TVE, pero no logramos la financiación. Así que intentamos hacer un documental con el material y los contactos que teníamos.

Cartel de Billy. / BEGIN AGAIN FILMS

-¿En las cadenas y productoras españolas hay miedo a financiar películas con contenido abiertamente político?

-Más que miedo hay desinterés, no las quieren, nos les interesan. Y se pueden hacer muy buenas películas con estos temas sin ser aburrido.

-Llama la atención que en la cosecha de cine español de este año haya muy poco documental con contenido político. Está Billy, El año del descubrimiento y poco más. Es triste que no se produzca cine político ni si quiera en el terreno documental.

-Es verdad, hasta la producción de documentales es dulce, amable, blanca. Fíjate que estamos en la temporada de premios y se dice que los va a ganar el documental sobre Pau Donés. Y sí, será muy emotivo, pero faltan temas más contundentes. Hay toda una generación de cineastas que no hemos participado en la Transición y que queremos saber lo que pasó, queremos poner luz sobre esos acontecimientos que nos han escamoteado.

-En el propio documental dices que no has contado con subvención. Tuvo que financiarse mediante crowdfunding.

-Sí, lo hicimos gracias a Ctxt, que son amigos. Se interesaron y nos dijeron que nos podrían ayudar. Puse eso en el documental para indicar que no es una película subvencionada y que no ha seguido los cauces naturales.

-Los personajes principales de Billy son sus víctimas, pero no sale la oficialidad de la época. Aparecen Alfonso Guerra y Rodolfo Martín Villa, pero en imágenes de archivo. ¿Habéis tenido problemas en ese sentido?

-Sí, a través de Ctxt, que tenía sus contactos, intentamos llegar a Martín Villa y a gente del PSOE importante, pero no mostraron ningún interés. También intentamos llegar al entorno de Billy el Niño, incluso intentamos esperarle en algunos sitios para grabarlo, solía ir al pub Richelieu. Tampoco lo conseguimos. También pudimos llegar a policías de su entorno. Off the record los policías de su quinta nos decían que Billy era un héroe, un gran funcionario de policía, un ejemplo. Pero no se atrevieron a decir eso a cámara.

-Sí aparece José Manuel Sánchez Fornet, ex policía del SUP que defiende la amnistía a torturadores.

-Sí, ha sido un ariete contra la tortura, pero tiene una posición más fría sobre el tema de la amnistía de los torturadores. Y es un tema que hay que abordar de una vez.

Lemcke
Max Lemcke. / BEGIN AGAIN FILMS/Jerónimo Álvarez

-De hecho, tu documental no es solo sobre Billy. Se usa al torturador para hablar de una tortura generalizada. Una de las víctimas, Roser Rius, dice: “No me gusta la singularización de este tipo”. Por eso tu documental va sobre Billy el niño, pero también sobre la impunidad y la falta de democracia real.

-Justo ayer Roser me comentaba que había visto el documental e incidía sobre eso, lo que pasa es que como pieza documental yo necesitaba centrarme en Billy para, a partir de él, tener un discurso. Y también un discurso cinematográfico, yo soy un cineasta. Había que tocar el mito de Billy el niño.

-Josefa Rodríguez, alias “Asturias” y militante del FRAP, es la única que se rompe en las entrevistas del documental, llora ante la cámara por recordar esa bodega de las torturas, las plantas de los pies destrozados a porrazos y sobre todo su remordimiento de por vida por haber delatado a un compañero, por derrumbarse y confesar.

-Recuerdo con mucha emoción ese momento. Ella se rompió y yo estaba en frente de ella. Después de haber sufrido tanto, esta generación todavía piensa en el otro, en el que delataron. Y eso es lo que arrastran y lo que más les duele. También le pasaba a Javier Navascués, que es más frío que “Asturias” pero reconoce: “Lo que más me duele es que al final me rompieron”. Esta gente se merece que les coloquemos en su sitio como referentes de esa lucha. Y eran unos niños. Han sido víctimas de segunda, olvidadas.

-Por algo en Billy se habla de “memoricidio”, se ha buscado que todo se olvide desde el 78. Y hay unas generaciones de cineastas que están diciendo: hasta aquí hemos llegado, no trago más esto.

-Claro, por eso hemos incluido a estos popes de la Transición en el documental, a Guerra y a Martín Villa. Pasados tantos años, es el momento de echar la vista atrás y decir lo que pasó. De hablar de torturas y muertes durante la Transición, no durante la dictadura.

-“Asturias” dice en otro momento que cuando la torturaron “ya estaba el rey”. Era el 75.

“La ejemplaridad de los que hicieron la Transición está en entredicho”

.-Mientras Martín Villa estaba de ministro de Gobernación hubo hechos gravísimos y se ha pasado de puntillas por ellos. Y justo como colofón vemos que Martín Villa tuvo que declarar ante Salvini, la jueza argentina. Es un momento preciso para poder hablar de la Transición, cuando tenemos donde tenemos al que fuera Jede del Estado. La ejemplaridad de los que hicieron la Transición está en entredicho.

-Y con casi todo grabado muere Billy el niño y un testimonio principal: Chato Galante. Y encima la pandemia.

-Fueron bombazos impresionantes. La muerte de Billy nos hizo perder cierta actualidad, tuvimos que retomar el documental. Estábamos empezando el montaje. Volvimos a contactar con gente y a grabar cosas en pleno estado de alarma y a través de videollamadas. Con Chato teníamos una entrevista pendiente porque la primera tuvo problemas de sonido. Además Chato estaba enfermo y no quería hablar de los aspectos más turbios, pero sí transmitir que no se podía seguir con esta impunidad.

-El documental es duro con la izquierda. Uno de los entrevistados dice sobre la impunidad de los torturadores: “El PSOE es muy tibio, Podemos es muy tibio, la izquierda ha fracasado”.

-Aunque aparece Pablo Iglesias, y Podemos es el partido que más ha reivindicado esta lucha, al final la izquierda llega al poder y se diluyen las cosas, se hace algo simbólico pero no se aborda de una forma contundente. Hasta el relator de la ONU nos dijo que ante la querella argentina no puede haber injerencia del Estado y no se puede decir que debido a la Ley de Amnistía no se deben juzgar estos crímenes. La ley de Amnistía tiene que estar eliminada ya.

-En Billy se dice que la Ley de Amnistía debería haber sido concreta y fue una auténtica chapuza española.

“Billy tenía esa impunidad y estuvo tan tranquilo con todos los Gobiernos tras la muerte de Franco”

.-Se pensaba que era para sacar a gente de las cárceles pero se aprovechó como Ley de Punto Final. Países con dictaduras nos han dado una lección. Chile o Argentina han acabado juzgando a sus criminales, nosotros no.

-Lo más aterrador es que las cloacas del Estado han seguido funcionando hasta hoy. Lo dijo el propio Billy el Niño: “La policía permanecerá, no nos va a pasar nada”. Y así sucedió: los GAL, Villarejo…

-Claro, todo lo que tenemos en la actualidad tiene su origen en esos años de Billy, los setenta. Villarejo es lo mismo, un policía usado por todos los Gobiernos para chantajear y controlar. Billy tenía esa impunidad y estuvo tan tranquilo con todos los Gobiernos tras la muerte de Franco.

-Mucha suerte con el documental.

-A vosotros, gracias.

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