Quién te lo iba a decir a ti, bisabuelo Juan…

Día 5. El bisabuelo Juan ha cruzado el Atlántico

He crecido en un barrio marginal de la periferia de Sevilla. Allí tomé conciencia de mi pertenecia a la clase obrera, de la necesidad de la unión de los trabajadores y trabajadoras frente a las injusticias que nos rodeaban por cada esquina de nuestro barrio y de que solo a través de la lucha se conseguirían la justicia y los derechos económicos, sociales  y políticos que necesitamos para sentirnos también parte de la sociedad.

En una de esas esquinas de mi barrio hubo durante mucho tiempo una pintada que decía “La solidaridad es la ternura de los pueblos”. Desde que la Delegación española hemos llegado a Buenos Aires esta frase se ha hecho presente cada día, demostrándome que no era solo una pintada cualquiera, hecha por un cualquiera, en un barrio cualquiera de una ciudad cualquiera. Era y es todo una proclama con la que el pueblo argentino nos ha recibido, en un grandioso abrazo de hermandad, ternura y solidaridad.

Ayer un taxista que nos llevaba a uno de tantos lugares en los que hemos sido recibido nos decía, sin saber quiénes éramos, que se sentía orgulloso de ser argentino porque ahora su país estaba ayudando al pueblo español a saldar deudas con los represores españoles. Las mismas deudas que ellos han conseguido saldar. “Mirá (nos decía), aquí a los asesinos los hemos ido a buscar hasta debajo de la cama y no los hemos matado directamente, como ellos hicieron con los compañeros, sino que les hemos dado la oportunidad de juzgarlos. A ustedes también les pasará lo mismo, seguro que sí”.

Hoy en la mañana hemos sido recibidos por el Senado de la nación argentina. Por la tarde, por la Comisión de Derechos Humanos del Congreso. En las dos cámaras, los senadores y congresistas nos han recibido con hermosas palabras de solidaridad y en ambas cámaras se han emocionado profundamente cuando uno por uno les hemos contado quiénes somos y por qué hemos llegado a este país, tan lejano y tan cercano a la vez.

Les he presentado a los congresistas a mi bisabuelo Juan Rodriguez Tirado y les he explicado que después de 77 años su cuerpo se encuentra tirado en una de tantas fosas comunes de nuestra Andalucía

En las dos recepciones me ha aconpañado la foto de mi familia, los cuberos. Les he presentado a los congresistas a mi bisabuelo Juan Rodriguez Tirado y les he explicado que después de 77 años su cuerpo se encuentra tirado en una de tantas fosas comunes de nuestra Andalucía. Le he dicho que él y sus hijos, mis tíos-abuelos Enrique, Pascual y Juan defendieron el legítimo gobierno de la II República española y que por ello fueron duramente castigados.

Y he pensado, a solas frente a la vieja foto familiar: ¡Quién te iba a decir a ti, bisabuelo Juan, que el amor y la admiración de tu biznieta te harían cruzar un día el Atlántico y que a más de 10.000 kilómetros de distancia recibirías la solidaridad del pueblo argentino y sus instituciones democráticas. Quién te lo iba a decir a ti, bisabuelo Juan…

Salú y memoria!

3-12-2013

AMHyJ

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