¿Muerto al nacer o bebé robado?: la historia de un niño ‘muerto’ declarado ‘prófugo’ por la Justicia Militar

DiarioCritico.com 04.02.2014

Si viviera -y puede que viva– Juan Carlos García Bernal cumpliría el próximo 30 de mayo 52 años de edad. Pero en 1962, el año de su nacimiento, la ‘vida y la muerte’ de los bebés dependía casi menos de Dios que del personal sanitario en cuyas manos cayera la parturienta. Y, ¿cayeron los padres de Juan Carlos, y de su hermano gemelo, en manos de una red corrupta de robo y venta de bebés? La suya, como tantas otras de ese franquismo de latrocinio, de represión y de muerte, es una historia realmente espeluznante.

Porque eso es lo que cree María Begoña García Bernal, otra hija del matrimonio formado por Julio García Pérez y Carmen Bernal Herranz: que en la clínica de Madrid en la que su madre dio a luz a gemelos le robaran ambos hijos y le dijeran, a la postre, que habían muerto. Como en todos los otros casos, la propia clínica se hacía cargo de dar sepultura a los fetos y darles de alta y baja en el registro, pero este caso es un tanto atípico.

Del primer gemelo no hay datos de nacimiento ni de defunción; del segundo, sí, pero eso no optó para que en 1981 el Gobierno Militar se personase en el pueblo del matrimonio para buscar como ‘prófugo’ a Juan Carlos García Bernal, supuestamente fallecido unos días después de nacer. ¿Qué estaba ocurriendo?

Cuando empezaron a publicarse casos de niños desparecidos, este matrimonio y su hija cayeron en la cuenta: ¿Y si robaron a los gemelos? Y empezaron un camino realmente tortuoso por la kafkiana justicia española. Ahora, cerrado el expediente en España, sólo les queda la vía de Argentina, y han denunciado su caso a la juez María Romilda Servini de Cubría, del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nº 1 de la República Argentina, la misma que lleva la causa contra el franquismo.

He aquí la historia de Julio García Pérez y Carmen Bernal Herranz contada en primera persona por su hija María Begoña.

“La abajo firmante…”

Mis padres, Julio García Pérez y Carmen Bernal Herranz, vivían en un pueblo de Guadalajara. Cuando mi madre estaba embarazada de casi ocho meses, se encuentra mal y un hermano la traslada a Madrid para que la examinen. Primero acuden a un doctor de cabecera y Pediatra llamado Antonio Velasco, en la calle Antonio Cavero de Madrid. Éste aconseja a mi tío que la traslade a la Clínica San Ramón, situada en el Paseo de la Habana, 143 de Madrid. Nada más entrar en la clínica, mi madre recuerda oír al personal decir “llamad al doctor Eduardo Vela”.

Mi madre se queda ingresada y cuando se pone de parto (pudo ser provocado), la asiste el ginecólogo Eduardo Vela, el 30 de mayo de 1962. Primero nace un varón, que llora al nacer. A los pocos minutos todos quedan sorprendidos, incluido el doctor Eduardo Vela, quien expresa “viene otro niño”. Se trata de otro varón que también llora al nacer. Todo el personal que asistió al parto comentó que estaban muy sanos, espabilados y con buen peso, para haber nacido antes de tiempo y tratarse de un parto gemelar. La hora del parto es diez de la mañana.

Nada más nacer se llevan a los niños. Mi madre es trasladada a una habitación sola. Mi tío decide los nombres de los niños: Julio García Bernal y Juan Carlos García Bernal. A las dos de la madrugada, una monja le comunica a mi madre (estando sola en la habitación), que Julio ha fallecido por problemas respiratorios, y que no se preocupe que ellos se encargan del entierro. También le indica que, en estos casos, al morir un gemelo lo más probable es que muera el otro. Nadie de la familia ve el cadáver.

Al día siguiente le informan a mi tío que Juan Carlos necesita incubadora y que en San Ramón no hay. Se indica que hay que trasladarle al Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Mi tío en su furgoneta traslada a Juan Carlos y a otros niños de la Clínica San Ramón al Hospital Clínico San Carlos. A mi madre se le permite asistir todos los días durante unos minutos a dar de mamar a Juan Carlos.

Mi padre viene a Madrid y conoce a Juan Carlos y le registra el 4 de junio en el Registro Civil de Madrid. En todo momento el niño presenta buena salud y todos están contentos con su evolución. Familiares y amigos le visitan y constatan su buen estado. En ningún momento personal del Hospital informa a mi madre que Juan Carlos no goce de buena salud.

Mi padre regresa al pueblo por su trabajo. El día 9 de junio informan a mi madre que Juan Carlos también ha fallecido y que no se preocupe que ellos se encargan del entierro. Mi madre se queda muy sorprendida y no se lo puede creer. En ningún momento le informan de dónde se va a enterrar ni qué día.

Mi madre pagó en la Clínica San Ramón y en el Hospital Clínico San Carlos entre 4.000 y 5.000 pesetas diarias. A mi madre no le entregan ninguna documentación del ingreso, nacimiento o defunción. Durante toda su vida ha pensado en ellos y nunca encontró explicación a su historia.

Pero… ¿prófugo del Servicio Militar? ¿Es que era un niño robado?

En el año 1981 el Gobierno Militar se persona en el pueblo de mis padres para buscar a Juan Carlos García Bernal para alistarse al servicio militar (en esa fecha mis padres vivían en Madrid hacía años). Un primo de mi padre informa a los militares que el niño había muerto.

En octubre o noviembre de 2010 vi anunciado en un periódico un especial de “niños robados” en un programa de televisión. Me vino a la cabeza la historia de mi madre y vi el programa. Me quedé impactada al escuchar la información, las historias de otras personas. Al día siguiente pregunté a mi madre por el nombre de la Clínica donde tuvo sus gemelos y si recordaba el ginecólogo. Sin ninguna duda me confirmó la Clínica San Ramón y el doctor Eduardo Vela.

Me puse a investigar a través de Internet y comprobé las numerosas coincidencias de la historia de mi madre con otras madres. Anunciaban la próxima apertura de oficinas de atención a las familias de niños robados, por parte del Ministerio de Justicia, pero pasaba el tiempo y no se hacía nada.

El 5 de Julio de 2011 pongo una denuncia en la Comisaría de Leganés. Denuncio que mi madre fue víctima de un caso de sustracción de niños. El 28 de septiembre de 2011 presté declaración en el Juzgado de Instrucción nº 12 de Plaza de Castilla de Madrid para ratificar mi denuncia.

Sólo una partida de nacimiento… y de defunción

Como mis padres no tenían ningún documento, me dirigí al Registro Civil para solicitar la partida de nacimiento y certificado de defunción de los dos gemelos. He conseguido la partida de nacimiento de Juan Carlos García Bernal y el certificado de defunción. De Julio no consigo dichos documentos porque al no vivir, supuestamente, 24 horas solo constaría en un documento llamado “legajo de aborto” a nombre de mi madre, Carmen Bernal Herranz.

Para pedir el legajo me piden que sean mis padres quienes deben hacerlo porque están vivos. Les acompaño al Registro Civil para pedir dicha documentación. Con fecha 18 de octubre de 2011, el Secretario Judicial del Registro Civil Único nos informa que consultados los archivos de Vallecas no figura ningún antecedente sobre el legajo de aborto de Carmen Bernal Herranz.

La Policía Judicial de la Comisaría de Chamartín se pone en contacto conmigo para que me persone con mi madre el 3 de diciembre de 2012 para poner la denuncia, pues la Clínica San Ramón pertenece al distrito de Chamartín. El 6 de septiembre de 2012 solicito en la Delegación de Defensa en Madrid documentación que acredite que Juan Carlos fue llamado para el servicio militar. Dicha documentación la recibo en octubre de 2012, y en dicho expediente se le declara como prófugo (sic).

Con fecha 27 de diciembre de 2012 el Juzgado de Instrucción nº 12 de Madrid constata la identidad del Sr. Eduardo Vela. El 7 de Marzo de 2013 comparece a declarar como testigo D. Eduardo Vela y dice que no recuerda nada de los hechos denunciados, que en esa fecha llevaba trabajando en la Clínica dos o tres meses y que no recuerda a la denunciante ni ha tenido noticias entonces ni después de nada relacionado con los hechos denunciados.

Con fecha 25 de abril de 2013 el Fiscal acuerda el Sobreseimiento Provisional al no existir indicios racionales de criminalidad suficientes que acrediten la comisión de un delito de secuestro.

* * *

Ahora, la familia, como tantas otras familias que sospechan que sus hijos fueron robados, ha tenido que acudir a la justicia argentina. ¿En qué quedará todo esto?

* * *

En junio de 2013, otra familia víctima de bebés robados narró también su caso en primera persona en Diariocrítico: “Dolores Piñuela: ‘Hace 47 años que todos los días pienso en el hijo que me robaron'”.

Desde hace 47 años, Dolores Piñuela arrastra una duda que a duras penas la deja vivir: cree que la ya fallecida monja Sor María, sola o más bien en compañía de otros, le robó su hijo nada más nacer. Dolores tiene indicios para creer que fue víctima de una banda criminal que supuestamente se dedicaba a robar bebés en la madrileña clínica “Casa de la Madre”. Entonces la amenazaron con el cuartelillo, con la cárcel y hasta con el manicomio. Ahora, la Audiencia Provincial de Madrid ha abierto su caso y ha llamado a declarar al médico que la atendió. Su historia es desgarradora y Dolores la cuenta para Diariocrítico en primera persona.

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